Lunes 19 de mayo
… uno levantará a su compañero… (v. 10).
La escritura de hoy: Eclesiastés 4:9-12
Los diez años de drogadicción de Meggie la tuvieron entrando y saliendo de la cárcel. Sin un cambio de vida, volvería pronto. Entonces, conoció a Hans, un exdrogadicto que casi perdió la mano por cortarse una vena al inyectarse. «Esa fue la primera vez que clamé a Dios», dijo Hans. La respuesta de Dios lo preparó para ser especialista en una organización que coordina la recuperación de adictos presos.
Llamado «Sopa de piedras», el programa ayuda a exprisioneros a reinsertarse en sus comunidades. Por este plan, Meggie se mudó a una casa especial donde se ha mantenido sobria. Ahora Hans la ayuda a ella y a otros a conseguir trabajo, educación, tratamiento y recursos familiares; un abordaje coordinado.
La Biblia describe el poder del compañerismo sabio: «Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero» ( Eclesiastés 4:9-10). Pero «¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante» (v. 10).
Como el cuento popular de la «sopa de piedras», donde un viajero hambriento invita a los pobladores a compartir cada uno un ingrediente para hacer una sopa deliciosa para todos, la Biblia confirma que somos más fuertes y mejores juntos (v. 12). El plan de Dios es que vivamos en comunidad, ayudándonos y recibiendo ayuda.
De: Patricia Raybon
Reflexiona y ora
¿Cómo compartir nuestros recursos nos ayuda a servir mejor a otros? ¿Qué puedes dar para hacer una «sopa de piedras» para tu comunidad?
Dios, que me una a otros para ayudar bien.
Martes 20 de mayo
No temas, porque yo estoy contigo… (v. 10).
La escritura de hoy: Isaías 41:10-13
Luego del devastador terremoto en Turquía en febrero de 2023, una foto inquietante apareció en los noticieros: un padre sentado en medio de las ruinas, sosteniendo una mano que sobresalía de los escombros: la mano de su hija. Se ve el borde del colchón donde había estado durmiendo la hija y los dedos sin vida que él sostiene. Si rostro es sombrío; su dolor, profundo.
En ese rostro, veo una semblanza de nuestro Padre celestial. Génesis nos dice que Dios sufrió ante la devastación del pecado en su creación: «le dolió en su corazón» (6:6). Isaías, hablando del futuro Mesías, dice: «varón de dolores, experimentado en quebranto» (53:3). Dios se duele por nosotros, y con nosotros, y se sienta al borde de los escombros de nuestras vidas, tomándonos y diciendo: «yo el Señor soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano» (41:13).
Por más devastador que sea lo que enfrentes —una circunstancia trágica, la pérdida de un ser querido o incluso las consecuencias de tu propio pecado—, recuerda que Dios se duele contigo. Independientemente del terremoto que haya sacudido tu vida, mira que Él se extiende para tomar tu mano. Cualquiera que sea tu tristeza actual, oye al Dios de amor que te dice: «No temas, yo te ayudo» (v. 13).
De: Kenneth Petersen
Reflexiona y ora
¿Cómo ha sido profundamente sacudida tu vida, actualmente y en el pasado? ¿Qué significa para ti que Dios se duela contigo?
Padre, sé que te dueles conmigo y por mí. Gracias por tu «diestra de justicia».
Miércoles 21 de mayo
No oprimirás al extranjero, porque vosotros conocéis los sentimientos del extranjero… (Éxodo 23:9 lbla).
La escritura de hoy: Levítico 19:9-10, 33-34
La esposa de un amigo, una maestra costurera, hizo un plan amoroso antes de morir de una larga enfermedad. Donó todo su equipo de costura al gremio de costureros de nuestra ciudad: máquinas de coser, mesas para cortar y más, para dar clases a inmigrantes recién llegados. «Seis mujeres vinieron a buscar todo —nos dijo el esposo—. Sus alumnas trabajan duro y están ansiosas por aprender».
Otros describen a estos recién llegados de maneras menos halagadoras. La situación de los inmigrantes se ha vuelto un tema conflictivo.
Sin embargo, Moisés decretó la perspectiva de Dios: «No oprimirás al extranjero, porque vosotros conocéis los sentimientos del extranjero» ( Éxodo 23:9). Y agregó: «Cuando siegues la mies de tu tierra, […] no rebuscarás tu viña, ni recogerás el fruto caído de tu viña; para el pobre y para el extranjero lo dejarás. Yo el Señor vuestro Dios» ( Levítico 19:9-10).
También declaró: «Cuando el extranjero morare con vosotros en vuestra tierra, no le oprimiréis. Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo el Señor vuestro Dios» (vv. 33-34).
Dios estableció el patrón. Que Él nos bendiga para mostrar amor a los extranjeros.
De: Patricia Raybon
Reflexiona y ora
¿Cómo puedes ayudar a los de otros países en tu iglesia o vecindario, o que hablan otro idioma? ¿Dónde puedes hallar oportunidades de ayudar a alguien de otra cultura?
Padre, dame un corazón que reciba bien a otros.
Jueves 22 de mayo
Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará (v. 25).
La escritura de hoy: Mateo 16:21-28
William Temple, un obispo inglés del siglo xix, concluyó una vez un mensaje a los estudiantes en Oxford con las palabras del himno La cruz sangrienta al contemplar. Pero advirtió sobre tomar livianamente la canción: «Si sienten [las palabras] de todo corazón, cántenlas lo más fuerte que puedan. Si no las sienten para nada, permanezcan en silencio. Si las sienten un poco y quieren sentirlas más, cántenlas bien suave». Lentamente, miles de voces empezaron a cantar en un susurro las líneas finales con sobriedad: «¿Y qué podré yo darte a ti, a cambio de tan grande don? / Es todo pobre, todo ruin; toma, oh, Señor, mi corazón».
Aquellos alumnos entendieron la realidad de que creer en Jesús y seguirlo es una decisión seria, porque significa decir que sí a un amor que demanda todo de nosotros. Seguir a Cristo requiere todo nuestro ser. Él dijo claramente a sus discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame» ( Mateo 16:24).
Pero seguir a Jesús es también nuestro gozo más profundo. Descubriremos que la vida con Él es lo que realmente deseamos. Parece una paradoja, pero si respondemos al amor de Dios, creemos en Cristo y renunciamos a nuestras demandas egoístas, encontraremos la vida que anhela nuestra alma (v. 25).
De: Winn Collier
Reflexiona y ora
¿Qué te costará creer en Jesús y seguirlo?
Dios, seguirte no es fácil, pero quiero entregarte mi todo.
Viernes 23 de mayo
… se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos (v. 10).
La escritura de hoy: 2 Tesalonicenses 2:7-12
Juan odia la escuela. Las clases de álgebra, gramática y la tabla periódica lo aburren. Pero le encanta construir casas. Su padre lo lleva a trabajar en el verano, y Juan no se cansa. Tiene apenas 16 años, pero sabe sobre cemento, tejas y armazones de paredes. ¿Qué diferencia hay entre la escuela y la construcción? Amor. Juan ama una cosa y no la otra. Su amor alimenta su conocimiento.
Como creyentes en Jesús, tenemos que experimentar «el amor de la verdad» ( 2 Tesalonicenses 2:10). Pablo dice que un personaje satánico usará «señales y prodigios» (v. 9) para engañar a «los que se pierden» (v. 10). No amar la verdad los engaña y les impide conocerla (v. 11).
Nuestras pasiones inclinan nuestro corazón y dirigen nuestra mente. Apreciamos lo que amamos. Lo protegemos y buscamos más. Si amamos la verdad y la sabiduría, las buscaremos como oro precioso (Proverbios 3:14-15; 4:7-9). Nos protegerán: «No […] dejes [la sabiduría], y ella te guardará; ámala, y te conservará» (4:6).
¿Qué es la sabiduría verdadera? Jesús dice que es Él: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí» ( Juan 14:6). Lo más importante es a quién amamos. Ama a Jesús y aprenderás su camino. Él guardará tu vida y te guiará a su verdad.
De: Mike Wittmer
Reflexiona y ora
¿Por qué es importante amar la verdad? ¿Por qué dice Jesús que Él es la verdad?
Padre, por favor, llena mi corazón de amor a ti y lo que es verdadero.
Sábado 24 de mayo
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve (v. 1).
La escritura de hoy: Hebreos 11:1-8
Unos 700 pingüinos emperadores de solo seis meses de edad estaban amontonados en el borde de un acantilado de hielo a unos quince metros del agua helada en la zona oeste de la Antártida. Por fin, un pingüino se inclinó hacia adelante y dio «un salto de fe», zambulléndose al agua.
Por lo general, los pingüinos jóvenes saltan apenas poco más de medio metro hasta el agua para nadar por primera vez. Este salto arriesgado fue el primero que se captó en la cámara.
Algunos dirían que ese salto a lo desconocido es similar a lo que ocurre cuando una persona acepta a Jesús como Salvador. Sin embargo, la fe en Él es exactamente lo opuesto. Hebreos 11:1 afirma: «Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve».
La fe de Enoc agradó a Dios: «sin fe es imposible agradar a Dios» (v. 6). El mundo no había visto nada parecido al gran diluvio, y aun así, Noé «con temor preparó el arca en que su casa se salvase» (v. 7), porque confió en Dios. Por fe, Abraham siguió a Dios «sin saber a dónde iba» (v. 8).
Cuando confiamos en Jesús, es por la fe. A medida que continuamos siguiéndolo o nuestra fe es probada, podemos recordar cómo Dios se manifestó a favor de esos hombres. Aunque no sepamos los porqués ni los cómos, podemos confiarle a Dios el resultado.
De: Nancy Gavilanes
Reflexiona y ora
¿Cuándo tu fe resultó en que la mano de Dios te protegiera? ¿Cómo ves a Dios obrar en tu vida por causa de tu fe en Él?
Querido Jesús, gracias por ser tan fiel.
Domingo 25 de mayo
… que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos (v. 14).
La escritura de hoy: 1 Tesalonicenses 5:4-15
Thia estaba desconcertado. ¿Por qué su hijo de 18 años pasaba tanto tiempo en la biblioteca estos días? Autista y que rara vez hablaba con alguien, solía volver a casa enseguida de la clase. ¿Qué había cambiado? Tras insistir, su hijo finalmente respondió: «Estudio con Navin».
Resultó ser que Navin era un compañero de escuela que notó que el hijo de Thia tenía dificultad en la clase, y lo invitó a estudiar juntos. Esa amistad alentó enormemente al desanimado padre que había perdido toda esperanza de que su hijo alguna vez tuviera un amigo.
La esperanza se renovó porque una persona se interesó lo suficiente para acercarse a otra que necesitaba ayuda. Pablo sabía que esto también se aplica a nuestra esperanza de salvación. Para que los creyentes en Jesús velaran y fueran sobrios ( 1 Tesalonicenses 5:6), viviendo en la esperanza de su regreso, tenían que ayudarse mutuamente (v. 11); en especial, a los que estaban luchando.
Por eso, aunque aquellos creyentes vivían vidas que agradaban a Dios (4:1, 10), Pablo les recuerda: «os rogamos […] que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles» (5:14). Cuando notemos creyentes en Cristo temerosos o desanimados, y nos acerquemos a ellos, Dios puede utilizarnos para animarlos en su esperanza en Jesús.
De: Jasmine Goh
Reflexiona y ora
¿A quién de tu comunidad puedes acercarte esta semana? ¿Qué puedes hacer para mostrarle tu interés y atención?
Dios, ayúdame a renovar la esperanza en los desanimados.